Un nuevo tratamiento de probióticos puede combatir una enfermedad de corales de arrecifes en la costa de Florida

January 31, 2024

Los biólogos han puesto en marcha un novedoso tratamiento a base de cultivos de probióticos testados en corales enfermos y los resultados son prometedores. A simple vista, un buceador no se daría cuenta ya que simplemente se trata de una sutil mancha en medio de la colorida masa de coral, pero un ojo científico puede identificar rápidamente esta lesión.

No es un caso extraño en las costas de Florida y el Caribe que los corales de arrecifes caigan enfermos y vayan perdiendo tejido coralino pétreo. Este patógeno es extremadamente insistente y se está extendiendo cada vez más, dejando un rastro de corales blancos conforme avanza. Los científicos y biólogos de la zona andaban desesperados, afirmando que esta enfermedad podía llegar a matar corales centenarios en menos de un mes.

Contra esta devastadora plaga, ha llegado una curiosa mezcla de probióticos que hace uso de bacterias para ayudar a salvar a los corales infectos y evitar que se propague la enfermedad. El equipo responsable demostró la efectividad del medicamente ya que detuvo completamente o ralentizó la enfermedad en un 70% de los casos y, además, evitó la propagación de estos corales infectados a otros sanos. Se espera que este tratamiento no simplemente sirva para tratar corales enfermos, sino que también pueda proteger a los sanos de una posible exposición a la enfermedad.

Una enfermedad devastadora para los corales

El tejido vivo del coral se va destruyendo poco a poco conforme pierde tejido pétreo convirtiéndose en un coral blanco poco a poco y perdiendo sus vivos colores. Así avanza esta enfermedad que, lamentablemente, se ha hecho notar en los arrecifes de Florida desde hace ya una década. La superficie de arrecifes de esta costa se extiende a lo largo de casi 600 kilómetros y se trata de la única referencia de corales norteamericana, por lo que su importancia es crucial.

Al morir, los que una vez fueron coloridos arrecifes de coral pasan a ser reliquias de otro tiempo que dejan sus esqueletos blancos en el mar y toda la biodiversidad que los poblaba desaparece con ellos. Este tipo de corales que construyen arrecifes están ligados a las zooxantelas, unas algas que haciendo uso de la fotosíntesis proporcionan oxígeno y nutrientes vitales para los pólipos de coral.

Uno de los primeros síntomas de cualquier enfermedad es que estas algas se desprendan de los corales. Es cuando el tejido comienza a morir. Los arrecifes no son únicamente focos de biodiversidad, sino que se trata de un tipo de estructura viva de los más grandes del mundo y tienen un papel fundamental en la protección de asentamientos costeros. Además, los arrecifes también sirven de protección contra inundaciones y erosión de las costas.

No obstante, no son buenos tiempos para los arrecifes. Problemas como el cambio climático, el calentamiento de los océanos o la contaminación afectan directamente a los arrecifes de coral y producen diversas enfermedades. Más de la mitad de la biodiversidad que se asocia a estas formaciones costeras se ha reducido desde 1950 y es nuestra responsabilidad tratar de remediar esta situación.

Su propagación entre las costas de Florida y conclusiones científicas

A pesar de los estudios que se han realizado tratando de entender cómo funciona esta enfermedad, los expertos todavía no comprenden cómo se propaga entre los corales. Está claro que se transmite a través del agua, por lo que puede afectar a corales que no estén en contacto con los infectados.

Se ha observado que esta plaga ataca corales de diferentes islas debido a las corrientes dominantes y los investigadores valoran que los barcos o los turistas buceadores transporten este tipo de agua que porta la enfermedad.

La compleja composición de los arrecifes de coral hace difícil de determinar la causa exacta de la enfermedad. Lo que está claro es que las bacterias tienen un papel importante, causante o derivado de la enfermedad, ya que también podría tratarse de una infección secundaria que ataca a corales ya debilitados.

Además de los vistosos ecosistemas que viven en los arrecifes de coral, estas formaciones también dan cobijo a una comunidad de organismos menos llamativa y compuesta de bacterias. Los hongos y demás seres microscópicos que conviven en los arrecifes, al igual que pasa en los humanos, son capaces de combatir patógenos.

Durante los experimentos de acuario sobre la transmisión de la enfermedad, el equipo de biólogos responsable del compuesto de probióticos, descubrió que había un tipo de coral que no se contagiaba aunque se pusiera en contacto con otros enfermos. Esta fue una de las principales vías de investigación para descubrir qué defensas naturales otorgan resistencia a la enfermedad.

Con paciencia y esfuerzo, dieron con una aplicación probiótica que detenía o ralentizaba la enfermedad en un 75% y lograba la no propagación de enfermedad a corales sanos, un resultado realmente increíble. Sin embargo, todavía queda camino que recorrer ya que estos tratamientos funcionan muy bien en el coral estrella, entre otras especias, pero todavía queda alguna que no responde demasiado bien al tratamiento.

Actualmente se están llevando a cabo diferentes proyectos de restauración de arrecifes en la zona. Poco a poco, se pueden criar corales en cautividad con la esperanza de devolver a los arrecifes de coral la importancia y el impacto que tienen para la vida submarina.